Todos y cada uno de nosotros pasará por un mal momento. No hay forma de evitarlo. Llegados a cierto punto, todos enfrentaremos la adversidad. El dolor, el miedo, el duelo, el aburrimiento, la rabia, la frustración, la ansiedad… Todo ello forma parte de nuestras vidas. Es lo que significa ser humano. Pero ¿y si hubiese un modo de hacer algo más fáciles esos malos momentos? ¿Y si pudiésemos hacernos más resilientes a los desafíos que la vida nos plantea? ¿Y si hubiera una forma de hacer más fáciles esos momentos difíciles? En eso consiste el estoicismo.
Esta corriente filosófica griega tiene tanto que ofrecernos ahora como lo tuvo hace 2000 años. El estoicismo es una antigua escuela filosófica griega con un propósito principal: contribuir a la mejora de la vida de las personas. Cuenta con muchísimas buenas ideas, pero su objetivo principal es que aprendamos a llevar una «buena vida». En última instancia, a prosperar como seres humanos. Ser felices y capaces de lidiar con todo aquello que nos salga al paso. Prepararnos para montar la ola de la vida. La regla de oro del estoicismo es que solo tenemos control sobre nuestra manera de reaccionar a los acontecimientos. Los estoicos creían que el practicar con la adversidad le preparaba a uno para afrontar adversidades futuras. Se exponían a las dificultades, soportando el calor y el frío o durmiendo sobre superficies duras, a modo de entrenamiento para la mente.
Los estoicos dejan en nuestras manos la responsabilidad de nuestra propia felicidad. Somos nosotros quien la creamos, esta no depende de elementos externos. Es nuestra responsabilidad y de nadie más. Este acento en la responsabilidad personal tiene algunas similitudes con el budismo, para el que la felicidad proviene del interior; algo en lo que los estoicos también creían. Se trata de algo interno, no externo. No consiste en Lamborghinis y retretes de oro que se limpian solos, sino en qué sentimos dentro de nosotros mismos, en cómo percibimos el mundo.
Así pues, ¿cómo desarrollamos un buen carácter? ¿Y en qué consiste exactamente llevar una existencia virtuosa? Los estoicos se guiaban por algo llamado «virtudes cardinales», una serie de criterios mediante los que convertirse en un «buen» ser humano. Las más importantes: Sabiduría, Justicia, Coraje y Templanza.
En Cómo controlar lo incontrolable, llevando la filosofía estoica a la vida cotidiana, Ben Aldridge explora los 10 principios estoicos clave y cómo pueden ayudarte a construir una vida más resiliente. Tienes poder sobre tu mente, pero no sobre los acontecimientos externos. Date cuenta de ello y encontrarás la fuerza.
El autor
Ben Aldridge escribe sobre filosofía aplicada, zonas de confort, salud mental y aventura. Suele vérselo escalando montañas, aprendiendo japonés, corriendo maratones, resolviendo cubos de Rubik, comiendo alimentos exóticos, tomando baños de hielo y durmiendo en lugares insólitos. Los desafíos que se plantea a sí mismo, así como los que plantea a sus lectores, resultan a menudo extravagantes, divertidos y exigentes. Ben es el autor de How to Be Comfortable with Being Uncomfortable y la colección de tarjetas Get Out of Your Comfort Zone para aprender resiliencia.
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